Recientemente tuve la oportunidad de participar en la Reunión de Liderazgo en North Bay Adventures como representante de Alpha Phi Omega. Como este semestre soy la presidenta del club, pensé que sería una gran oportunidad para conocer a los estudiantes que representan a otras organizaciones. El viaje fue organizado por LEED para los miembros de la Student Government Association, Fraternity and Sorority Life (FSL), el HOP y LEED Consultants, todos los cuales desempeñan un papel importante en la planificación de eventos en el campus. Fue un fin de semana lleno de interesantes debates, actividades de creación de equipos y momentos de reflexión que me han hecho sentir más conectada con mis compañeros y mejor preparada para asumir funciones de liderazgo este semestre.
Comenzamos el encuentro reuniéndonos a las 8 de la mañana, donde todos subimos al autobús que nos llevaría a North Bay Adventures. El trayecto en sí fue una oportunidad para ponerse al día con los amigos, ya que muchos de nosotros acabábamos de regresar al campus. Al llegar, nos enseñaron las instalaciones, que incluían una hermosa playa y un muelle, una piscina e incluso tirolinas. El ambiente parecía el de un campamento de verano, sobre todo cuando vimos nuestras habitaciones, en las que cabían ocho literas.
La primera actividad oficial fue un juego de nombres en un gran círculo, que sirvió para romper el hielo y marcar el tono del fin de semana. Fue la primera de muchas, pero nos ayudó a entrar en la dinámica de grupo. El punto culminante del día fue la charla de la Dra. Brittini Brown, Vicerrectora Adjunta de Participación Estudiantil y Decana de Estudiantes. Habló de lo que significa ser un líder eficaz y luego respondió a nuestras preguntas más candentes sobre los eventos divertidos que se están planeando para este año. También tuvimos sesiones de formación sobre liderazgo empático, escucha activa y narración de historias, que fueron habilidades importantes que surgieron a menudo. Practicamos su aplicación en el contexto de situaciones a las que podríamos enfrentarnos como líderes estudiantiles y debatimos sobre la mejor manera de afrontar los retos.
La noche terminó con una hoguera en la playa, acompañada de malvaviscos. Fue un ambiente relajado en el que todo el mundo bajó la guardia, lo que propició unas conversaciones estupendas. Nos quedamos hasta tarde, hablando y riendo, creando recuerdos que perdurarían más allá del viaje.
A la mañana siguiente, algunos nos levantamos temprano con la esperanza de ver el amanecer. Por desgracia, no lo vimos, pero el paseo matinal por la playa fue una forma tranquila de empezar el día. Pasamos algún tiempo explorando las instalaciones y finalmente nos encontramos en la sala de juegos, donde una partida amistosa de ping pong mantuvo el ambiente ligero y divertido antes del desayuno.
Después del desayuno, nos centramos en las actividades de trabajo en equipo. Fuimos rotando por varias estaciones, afrontando rompecabezas y retos como el nudo humano, ordenar fotos de mayor a menor ampliación y construir la torre más alta. Cada actividad ponía a prueba nuestra capacidad de trabajo en equipo y de resolución de problemas, y se nos puntuaba según nuestro rendimiento. Nuestro equipo se volvió bastante competitivo, y conseguimos convencer a algunos de los jefes de estación para que nos dieran 11 puntos sobre 10 para compensar nuestras puntuaciones más bajas. Todo el mundo participó con mucho entusiasmo, y fue una forma estupenda de conocer a estudiantes de distintos grupos.
Por la tarde, nos dividimos en nuestros respectivos equipos. Para los que formamos parte de FSL, nos centramos en la fijación de objetivos dentro de nuestros consejos más pequeños, que a menudo se enfrentan a situaciones únicas. Como presidenta, me tomé este tiempo para establecer objetivos SMART para el próximo año escolar, objetivos que guiarán mis acciones y servirán como punto de referencia durante las reuniones de control a lo largo del año.
Concluimos con una actividad reconfortante llamada "Warm and Fuzzies". Escribimos notas de agradecimiento a las personas que habíamos conocido durante el viaje. Leer estas notas en el autobús de vuelta fue una forma conmovedora de reflexionar sobre los distintos grupos con los que había interactuado. Reforzó los vínculos que había establecido y me animó y motivó de cara al nuevo semestre.
El Encuentro de Liderazgo fue una oportunidad para crecer como líder, conectar con los compañeros y establecer el tono para el año académico que viene. Las habilidades y conocimientos que obtuve de esta experiencia son invaluables, y estoy emocionada de aplicarlos a medida que navego por los desafíos y oportunidades que se avecinan. Este fin de semana me ha dejado sintiéndome capacitada y preparada para tener un impacto positivo en mis funciones en Hopkins.