
Cuando pienso en el año escolar, siempre hay un acontecimiento que destaca entre los demás: El encendido de los cuádriceps. Mientras que algunos cuentan los días que faltan para el final del semestre por el alivio de terminar las clases, yo espero con impaciencia esta tradición especial de Hopkins que reúne a los estudiantes de una manera mágica.
Lighting of the Quads, o LOTQ para abreviar, es exactamente lo que su nombre sugiere: una noche en la que Keyser Quad se adorna con cuerdas de luces y fuegos artificiales, creando un ambiente festivo y de celebración. La emoción aumenta a medida que los estudiantes se reúnen, esperando la cuenta atrás que ilumina el patio desde Gilman Hall hasta la Biblioteca Milton S. Eisenhower. Pero la magia de LOTQ no se limita a las luces. En las semanas previas al evento, se anima a los estudiantes a presentar ideas de diseño para materiales promocionales y regalos. Siempre es emocionante ver los diseños creativos, y yo me empeño en llegar justo a tiempo para hacerme con una de las tazas y añadirla a mi creciente colección.

Unas horas antes del espectáculo de fuegos artificiales, el patio bulle de actividad. Los grupos de estudiantes ofrecen actuaciones cautivadoras, y varias mesas de diferentes organizaciones y departamentos ofrecen comida, actividades y golosinas gratuitas. Es difícil no ver al Johns Hopkins Entertainers Club con su asombrosa actuación. Me encanta pasear de un puesto a otro mientras me tomo una taza de chocolate caliente. Hay juegos, manualidades y espectáculos de luces interactivos presentados por el Makerspace. Puedes llevarte desde pegatinas holográficas, cortesía de la Asociación de Antiguos Alumnos, hasta bolsas reutilizables de la Oficina de Sostenibilidad.

El evento es un descanso refrescante de la rutina de las clases y el estudio, y ofrece la oportunidad de relajarse y divertirse con los amigos. Estar entre la multitud, rodeado de tantos compañeros, es un poderoso recordatorio de la vibrante comunidad de Hopkins. Es un momento que realmente une a la gente y es una tradición muy apreciada. Como estudiante de último curso, estoy deseando vivir la LOTQ con los mismos amigos con los que he compartido esta tradición desde nuestro primer año. No puedo esperar a ver las luces que marcan el final de otro exitoso semestre de otoño y el comienzo de la temporada de vacaciones.