En mi opinión, uno de los recursos más infrautilizados a disposición de los estudiantes de la Universidad Johns Hopkins es el Makerspace, situado en el Centro Pava, en el barrio de Remington. A sólo 10 minutos a pie o en lanzadera del campus, este centro de diseño ofrece todas las herramientas que puedas necesitar para hacer realidad tus sueños creativos más descabellados. Tanto si eres un ingeniero, un entusiasta del arte, o simplemente alguien con una pasión por hacer cosas, el Makerspace es un lugar donde puedes dar vida a tus ideas. 

Mi primer contacto con el Makerspace fue a través de un curso llamado Action Lab, una asignatura optativa de diseño multidisciplinar que se centraba en el desarrollo de habilidades de creación de prototipos. Esta clase no sólo consistía en aprender a utilizar maquinaria nueva, sino también en comprender cómo abordar el proceso de diseño. Nos reuníamos una vez a la semana en el Centro Pava. Esto nos permitía acceder cómodamente a equipos como impresoras 3D, una cortadora de vinilo, cortadoras láser, una carpintería, una estación eléctrica y mucho más. Mientras trabajaba en diferentes proyectos, consultaba con mi profesor qué materiales y herramientas utilizar juntos para obtener el mejor resultado.

El Makerspace alberga muchos equipos, como esta pared de impresoras 3D. 

El Makerspace está abierto a todos los estudiantes, pero el uso de maquinaria requiere una formación general sobre seguridad y equipos específicos. Después de mi formación inicial sobre el manejo de algunas de las herramientas, me sentí mucho más cómodo experimentando con diferentes usos y explorando otra maquinaria (por fin cumplí un objetivo mío de utilizar una sierra de cinta de sobremesa). Los técnicos del Makerspace están increíblemente bien informados y siempre dispuestos a ayudar a dar vida a tus ideas. A menudo organizan talleres con un proyecto final interesante que te puedes llevar a casa, como construir un altavoz Bluetooth o hacer pegatinas personalizadas.  

He podido aplicar los conocimientos adquiridos a otros cursos. Para un proyecto de grupo abierto en un curso llamado Storytelling with Data, mis compañeros querían crear un proyecto físico. Nos decidimos por una recreación del Monopoly y repasamos nuestra formación en herramientas. Imprimimos en 3D diferentes piezas y cortamos con láser un tablero de madera para crear nuestro propio juego de mesa. 

Utilizamos la cortadora láser para grabar diseños detallados en nuestro tablero del Monopoly.  

Más allá de su función como taller de fabricación, el Makerspace es un lugar de estudio infravalorado. Su espaciosa distribución incluye mesas y pizarras para la colaboración en grupo y salas de reuniones tranquilas para sesiones de estudio concentradas. Su proximidad a R. House, un salón de comidas, hace que sea fácil tomar un almuerzo rápido o un café, y Greedy Reads, una librería cercana, ofrece un lugar acogedor para buscar tu próxima lectura. Durante la semana de los exámenes finales, he pasado días enteros aquí. Esta ubicación fuera del campus ofrece un refrescante cambio de aires con respecto a los lugares de estudio habituales del campus. 

El Makerspace es un recurso fantástico que más estudiantes deberían aprovechar. Ya sea que estés buscando completar un proyecto de clase, desarrollar nuevas habilidades, o simplemente encontrar un nuevo lugar para estudiar, el Makerspace en el Centro Pava tiene algo que ofrecer. No te pierdas la oportunidad de explorar esta increíble instalación y descubrir todas las posibilidades que encierra.