En Hopkins, el Seminario de Primer Año (FYS) está diseñado para suscitar un debate dinámico sobre diversos temas en un entorno de grupos pequeños. Mi seminario de primer año fue Reproducción en el siglo XXI: Biología y Política. Impartido por el profesor Zirkin, el curso se centró en las nuevas tecnologías y la evolución de la legislación en materia de reproducción. Elegí este seminario porque podía abordar mi interés por los derechos reproductivos desde un punto de vista político y biológico. Como licenciada en Estudios Internacionales, me intrigaba especialmente la posibilidad de comprender la ciencia que hay detrás de la tecnología genética. Había estudiado la píldora anticonceptiva en clase de biología en noveno curso y siempre quise aprender más sobre biología reproductiva.  

En clase, el profesor Zirkin solía empezar con una conferencia sobre una tecnología reproductiva concreta, ya fuera el control de natalidad , la fecundación in vitro o la inyección intracitoplasmática de espermatozoides. Tras su explicación, daba la palabra a la clase para que debatiera las cuestiones que planteaba en relación con la tecnología que había tratado. Por ejemplo, debatimos sobre la ética de la eliminación de embriones. Aunque tratamos los temas más obvios, como el aborto, el profesor Zirkin me planteó cuestiones en las que ni siquiera había pensado. Antes de este curso, nunca me habría planteado por qué no había anticonceptivos masculinos. A pesar de no comprender del todo la ciencia que hay detrás, me quedé alucinada con los ensayos clínicos actuales sobre anticonceptivos masculinos que incluían uno en forma de gel.  

El momento culminante del curso fue cuando el profesor Zirkin trajo a su hijo, Robert Zirkin, antiguo miembro del Senado de Maryland, para que nos hablara de la perspectiva legislativa de la tecnología reproductiva. No fue sorprendente escuchar las dificultades que tenían los legisladores para comprender la tecnología que se les pedía que legislaran y regularan. Robert Zirkin contó que le bastó una conversación con su padre sobre células madre para convertirse en el relativo "experto" en la materia entre los demás legisladores. Más allá de las cuestiones relacionadas con la reproducción, también pudimos debatir con él sobre leyes recientes como la Ley de Opción Final, que proporcionaría a los enfermos terminales ayuda médica para morir.  

Presentación para mi FYS

Lo mejor del FYS fue el ambiente de poca exigencia. Al ser una clase de aprobado y suspenso, lo único que el profesor esperaba era una participación activa, lo que nos daba una oportunidad única de ir más allá de nuestra zona de confort. Si me hubieran puesto nota, no creo que me hubiera animado a seguir un curso en el que se enseñaban los entresijos biológicos del desarrollo de los anticonceptivos masculinos. La diversidad de estudiantes procedentes de diferentes especialidades permitió debates aún más fructíferos. Me gustó mucho que la FYS nos diera tiempo y espacio para hablar. Me permitió sentirme cómodo en un grupo pequeño con mis compañeros y mi profesor, lo que me resultó útil cuando estuve en las secciones de AT y en las horas de oficina. En general, los seminarios de primer año fueron una experiencia reveladora. Los Seminarios de Primer Año son una oportunidad para todos los estudiantes de Hopkins de elegir un tema que siempre han querido estudiar, pero nunca han tenido la oportunidad de hacerlo. Recomiendo encarecidamente a todo el mundo que salga de su zona de confort académico a la hora de elegir un tema al que apuntarse.