Cuando estaba en primero de bachillerato, me imaginaba en la universidad en un laboratorio, observando bacterias o trabajando con tubos de ensayo o algo así. Cuando me aceptaron en Hopkins, seguía imaginándome a mí misma queriendo hacer eso, como si ir a una escuela de investigación de alto nivel fuera a afianzar ese sueño.
Pero me equivoqué.
El día de mi primera matrícula estaba segura de que quería especializarme en Estudios de Salud Pública y Biología, y elegí mis clases:
CALENDARIO OTOÑO 2017
- Química Orgánica I
- Introducción a la salud pública
- Escritura expositiva (que fue rápidamente sustituida por una clase de improvisación)
- Cuestiones de desarrollo internacional
- Composición avanzada en español
No es demasiado atípico para un semestre de otoño. Debido a la falta de un plan de estudios básico aquí en Hopkins, tenía espacio extra en mi horario para tomar clases que no tenían nada que ver con mis posibles especializaciones, como composición española. Mi objetivo original era tomar una clase de español cada año para no olvidar lo que había aprendido en el instituto.
Lo que no sabía, sin embargo, era lo enamorada que estaría del español. Había algo en la forma en que mis profesores apoyaban a sus estudiantes o en la belleza del idioma o en la idea de que estaba aprendiendo una parte de ser del sur de California que podía desbloquear tomando clases en Hopkins. Y eso era algo que personalmente me parecía más significativo que la biología.
¿Y ahora?
CALENDARIO PRIMAVERA 2018
- Métodos de investigación en salud pública
- Elementos de microeconomía
- Español médico
- Introducción a la literatura en español
- Cultura latinoamericana moderna
