Cuando presenté la solicitud para ir al extranjero, sabía que iría principalmente a completar mi especialización en español. No estaba demasiado recelosa de ese hecho, porque no estaba segura del éxito que tendría al tomar una clase de Neuro en español (es decir, la extensión de mi vocabulario relacionado con el español incluye cerebro, nervios, cabeza... sí). Dicho esto, todavía no sabía muy bien qué esperar en términos de clases. Debido a que el programa de Madrid está directamente afiliado con Hopkins, todos los créditos y clases que tome aquí son transferibles. En esencia, podía tomar clases que me permitieran obtener créditos S, créditos H e incluso créditos de Writing Intensive. Esto me dejó mucha libertad a la hora de crear mi horario, lo cual fue emocionante, porque después de no tener una amplia variedad de clases de humanidades en mis horarios anteriores, pude elegir clases únicas que de otra manera no tendría la oportunidad de tomar, que van desde Historia del Arte Español (¡¡¡que tiene clases en el museo del Prado!!!) hasta Literatura del Siglo de Oro en España. Inspirada por algunos de mis compañeros blogueros de esta semana, he pensado en daros una idea de lo que he aprendido hoy en una de mis clases.

Una de mis clases favoritas se ha convertido rápidamente en Instituciones de Sociedad y Política. No sólo me encanta esta clase por la fabulosa profesora, Lola, sino también porque ha sido extremadamente útil para contextualizar el ambiente político de España hoy en día, que es controvertido, porque las últimas elecciones dejaron al país con un gobierno indeciso e inactivo. También ha sido muy interesante comparar y contrastar el sistema de gobierno español con el nuestro, especialmente en época electoral.

Hoy hemos repasado dos tareas que teníamos para el fin de semana. Uno de ellos se refería a la línea de sucesión española. España tiene un gobierno parlamentario, con un monarca, similar al del Reino Unido. Aunque el rey tiene muy poco poder en el gobierno, las reglas para la sucesión están detalladas de forma interesante en la Constitución española. Las reglas son muy tradicionales y correctas, y nuestro profesor nos puso a prueba con una pregunta capciosa. Nuestra segunda tarea trataba sobre las votaciones en el Congreso de los Diputados. La fórmula que utilizan para elegir a los delegados es tan sencilla que a veces me cuesta entenderla, sobre todo si la comparo con la complejidad de las elecciones estadounidenses. Pasamos el resto de la clase conversando sobre la composición de la legislatura y las distintas organizaciones del Congreso y el Senado.

Vale, puede que eso te haya aburrido mucho o puede que no, pero es emocionante e interesante conocer el funcionamiento interno del gobierno español, especialmente en este momento de la historia del país. También me encanta que la clase nos anime a debatir nuestras ideas o dudas, y a seguir en directo los acontecimientos del gobierno, a través de la radio, la televisión, los periódicos, etc. La clase me ha permitido entender el ambiente político, lo que añade otro elemento a vivir aquí. Y eso es lo más importante no sólo de esta clase, sino de todas ellas: me permiten comprender mejor mi entorno, lo que me ayuda a asimilar aún más la cultura y las actividades cotidianas. Además, me ha despertado el suficiente interés por la política como para mantenerme al día de la actualidad en mi país y en el resto del mundo (*cue gasp*). Quién sabe, quizá renueve la suscripción a The Economist...