
Durante mis estudios universitarios, me he dado cuenta de que gran parte del aprendizaje que se produce puede ser completamente independiente de las aulas. Desde participar en los clubes del campus hasta adquirir experiencia práctica en el trabajo y la investigación, aquí en Baltimore hay muchas oportunidades inesperadas que fomentan el desarrollo y el crecimiento personal.
Estoy especialmente contenta de haber descubierto mi amor por explorar activamente mi entorno. Para mí, esto implica principalmente el ciclismo. Durante mi primer año en Hopkins, invertí en una buena bicicleta de grava de la tienda local de bicicletas situada a una manzana del campus; fue fácilmente una de las mejores decisiones que he tomado. Creo que mi experiencia universitaria tuvo dos fases distintas: antes y después de la bicicleta. Realmente me ha abierto las puertas de Baltimore.

Acceder a diversos barrios desde el campus de Homewood es increíblemente fácil y divertido en bicicleta. Baltimore cuenta con multitud de carriles bici que te llevarán a donde quieras ir, y existen magníficas herramientas cartográficas que te ayudarán a planificar rutas lo más seguras y directas posible. Otro gran aspecto del ciclismo en Baltimore es el hecho de que alberga una parte de la Vía Verde de la Costa Este, una ruta peatonal y ciclista entre Maine y Florida. El Jones Falls Trail es la contribución de Baltimore a la Vía Verde y discurre como un sendero casi ininterrumpido a lo largo de casi 9 millas por el corazón de la ciudad. Alrededor del campus de Hopkins y en dirección norte, la ruta es especialmente hermosa, serpenteando por el cercano Druid Hill Park (sede del zoo de Baltimore) antes de ascender por una zona boscosa de la ciudad por un sendero similar a un paseo marítimo.

Salir a la calle y montar en bicicleta ha sido una gran ayuda para mantenerme en forma y aliviar el estrés. Ha sido tanto un medio para ir a clase y hacer cosas por la ciudad, como una actividad recreativa y social. He tenido el placer de participar en la Baltimore Bike Party, un paseo social mensual en el que cientos de entusiastas de la bicicleta de Baltimore se reúnen y exploran juntos la ciudad. Como estudiante ocupada, he aprendido que encontrar el equilibrio en tu estilo de vida es clave. Buscar momentos al día para respirar aire fresco y mover el cuerpo en bicicleta ha sido mi forma de descansar del estudio y aliviar el estrés. Además, el campus se puede recorrer en bicicleta, por lo que incluso ir de clase en clase puede ser un momento divertido para hacer ejercicio.
El transporte activo y sostenible significa mucho para mí, y ha sido increíble formar parte de una comunidad que comparte esos valores. No es raro ver a un estudiante patinando, en patines o incluso en monociclo por el campus. Esta diversidad de formas en que la gente se relaciona con el campus de Hopkins y con Baltimore en general ha enriquecido enormemente mi experiencia, y animo a cualquiera que pueda estar interesado a probar el ciclismo en Baltimore.
