Si eres como yo, eres un experto en procrastinar. Vives y respiras las tareas de última hora y prosperas bajo la presión de los apuros de tiempo. Has sobrevivido a innumerables redacciones y respuestas a lecturas en las circunstancias más angustiosas, a las 11:59 más estrictas. Y lo mejor (o quizá lo peor) de todo es que se te da bien. Nadie puede decirte lo contrario.

Pues bien, como compañera procrastinadora, estoy aquí para decirte lo contrario.

Antes de venir a la universidad, sabía que este estilo de vida... imprudente aunque funcional mío no serviría. Lee cualquier manual de preparación para la universidad o cualquier entrada de blog bienintencionada que probablemente haya escrito alguna madre estresada de un estudiante universitario (de las que he leído muchas), y te dirán lo mismo. Y con razón.

Mientras que en el instituto podías empollar la noche anterior para ese examen de AP World o apresuradamente, aunque de forma superficial, anotar esa lectura (*sonríe a mis profesores del instituto, a los que quiero y adoro profundamente*), la naturaleza de tus tareas en la universidad es totalmente diferente. De hecho, uno de los aspectos más importantes (y más desalentadores al principio) de la universidad es el sistema de calificaciones. Tu rendimiento en muchos de tus cursos depende de 3-4 exámenes/proyectos principales, un final y (quizás) una pequeña parte asignada a la participación general. Por lo tanto, se espera que los estudiantes dediquen tiempo a estudiar en cada una de sus clases, incluso si no hay plazos inminentes. Para obtener buenos resultados, esta expectativa debe hacerse realidad.

Baja del estrado.

Y por mucho que pueda decir que soy el mejor estudiando (no lo soy), los viejos hábitos son difíciles de perder. PERO, he encontrado una manera que ha funcionado hasta ahora, así que aquí está:

1. "Procrastinar" tareas más grandes e importantes con otras más pequeñas y fáciles de hacer.

A menudo, por mucho que lo intente, no me atrevo a estudiar ese concepto tan difícil o a leer ese capítulo tan largo que llevo toda la semana temiendo. Así que me pongo a hacer otras tareas que, de todos modos, tendré que hacer más tarde (como enviar un correo electrónico o incluso escribir un artículo para un determinado sitio web...). Esto tiene un doble efecto: tachas algo de tu lista de tareas pendientes y el mero hecho de tachar esa cosa de la lista (metafórica o físicamente, tú eliges) te anima a hacer otras tareas más difíciles. Es la mente sobre la materia. Cuanto más hagas, más productivo te sentirás .

2. Organiza tu espacio de estudio/cuarto/notas, etc.

Hablando de mente sobre materia, un escritorio desordenado es una mente desordenada. Sacar la basura u organizar tu mochila son, una vez más, tareas que tendrás que hacer tarde o temprano. En lugar de perder el tiempo que deberías dedicar a estudiar en Netflix (o en Pinterest, su primo menos conocido pero igual de consumidor de tiempo), ¡dedícalo a organizar! Por si aún no te has dado cuenta de la tendencia, se trata de maximizar tu tiempo con algo productivo, aunque no sea LO que estás procrastinando.

3. Si no puedes estudiar, únete a algo que te obligue a hacerlo.

*****EL PASO MÁS IMPORTANTE*****

¡¡¡¡Si hay algo que podría grabar para siempre en las mentes de mis compañeros Blue Jays, viejos y nuevos, es INSCRIBIRSE EN PILOT!!!! Léelo una vez, y luego vuelve a leerlo. PILOT es un servicio de tutoría dirigido por compañeros que hace hincapié en el aprendizaje en grupo sobre el aprendizaje individual. No estudias sin pensar cosas que, en el fondo de tu mente, sabes que nunca serás examinado; se te dan conjuntos de problemas que son (¡en realidad!) hechos por el profesor. Estás dirigido por un líder PILOTO, alguien que ha asistido a la clase (y lo ha hecho bien), que dirige un grupo tuyo y de tus compañeros para trabajar juntos en los problemas.

El hermoso, glorioso y majestuoso edificio donde se reúne mi grupo PILOT.

Si a estas alturas aún no estás convencido, te diré que muchos de los problemas de mi último parcial de calc han sido verrrrrrry similares a varios de nuestros problemas PILOT....

Y más allá de eso, PILOT me ha obligado literalmente a salir de mi letargo de mediodía para hacer el largo, pero valioso viaje a Bloomberg para aprender (o reaprender) conceptos que inevitablemente se me han escapado en clase. Y, si tienes suerte, tu líder de PILOT pondrá su ecléctica lista de reproducción de Spotify (que desde entonces has seguido porque es TAN buena) y te traerá un ligero tentempié para que disfrutes mientras resuelves algunos problemas con tus amigos. Realmente, es lo mejor de ambos mundos.

Espero que estos consejos te hayan servido de ayuda y que, al igual que yo, sientas un impulso repentino de terminar esa cosa que has estado posponiendo. Sea lo que sea, ¡buena suerte!